Para los huéspedes que lleguen y salgan en avión, se pueden organizar traslados desde y hacia el Aeropuerto Internacional de Pekín Capital -un trayecto de 50 minutos- según su petición.
También se puede acceder al hotel mediante servicios de taxi, lanzadera y metro desde el aeropuerto; el Regent Beijing está convenientemente situado sobre la estación de Dengshikou de la línea 5 del metro.
La historia vive en la Ciudad Prohibida, el corazón palaciego de China. En el interior de sus célebres muros carmesí, los grandes salones donde los emperadores celebraban la corte albergan hoy tesoros imperiales; exquisitos tronos de madera de sándalo con cojines ocres empenachados, jarrones de porcelana pintados con motivos florales cerúleos. Recomendamos visitar también la plaza de Tiananmen para echar otro vistazo al pasado, justo al sur.
Cada vista, una para codiciar.
Cada momento, uno para saborear.
Cada estancia, otra historia que contar.
Este es el lugar.
Aquí Regent.