Mamá no tiene que pagar por lo que comemos, y eso la pone muy contenta.
En Holiday Inn, todos reciben un trato VIP, ¡incluidos los niños!
Dormir en la habitación con nuestros papás significa que pasamos mucho tiempo juntos.
Podemos comer lo que nos gusta de verdad. Y podemos pedirlo de nuestro propio menú especial.
A diferencia de otros hoteles, en Holiday Inn les gusta recibir a niños. Es como estar en casa, pero mucho mejor.